domingo, 15 de noviembre de 2015

"SUS LABORES", UN TRABAJO NO REMUNERADO, QUE CUESTA COMO EL PIB DE CHINA.

Por: Milagros García Bueno.


Hemos leído en el diario El Sole 24 horas, un artículo publicado por Melinda Gates, en el que nos habla del trabajo doméstico de la mujer, donde no hay un horario, sino que es desde la mañana a la noche y así todos los días del año, condición en la que viven la mayor parte de las mujeres del mundo y que además de no estar remunerado, dicen los entendidos que "no crea valor".
Comenta que cuando los gobiernos cuantifican la economía nacional en términos de producto interno bruto, este "trabajo de mujeres", tanto del cuidado y crianza de los hijos como del trabajo doméstico, no es calculado ni considerado como "trabajo".

Gracias a un nuevo informe publicado por McKinsey, se puede conocer el valor real de este trabajo no remunerado: la increíble suma de 10 mil millones de dólares, el equivalente más o menos del Producto Interior Bruto de China. Si todas las mujeres, que cuidan de sus familias, constituyesen una nación, esta sería la cuarta economía más grande del mundo.
Melinda continúa diciendo que, como sabemos, estas desigualdades existen de manera similar en países ricos y pobres. En el primero, las mujeres transforman el dinero en productos y servicios necesarios para la supervivencia y el bienestar, haciendo la compra, cocinando, limpiando, lavando, ordenando… En los países pobres, las mujeres deben soportar casi toda la carga, para proveer las necesidades básicas de su hogar, el transporte de agua y leña, el cultivo de subsistencia y la recolección.
HABRÁ QUE HACER ALGO...
Nos hace la referencia a la economista Diane Elson ha desarrollado una estrategia, que tiene el siguiente lema:

"RECONOCER, REDUCIR Y REDISTRIBUIR".

Reconocer el injusto peso que las mujeres tienen que soportar, primer paso para resolver la situación. Hasta que las estadísticas económicas no tengan en cuenta el trabajo de las mujeres, ignoraremos la desigualdad de la parte inferior de nuestras sociedades.

Reducir la cantidad de tiempo y esfuerzo que las mujeres empeñan para liberarse de las tareas repetitivas, que es posible con tecnologías que ahorran trabajo físico. En los países donde las mujeres pasan incontables horas recogiendo agua y leña para sacar adelante a sus familias, esto puede ser incorporando elementos como hornos más eficientes, cisternas comunitarias, electricidad en las áreas rurales. En los países más ricos, desde hace años se usan lavadoras y electrodomésticos como planchas y aspiradoras. 

Las cifras que nos aporta dicho artículo son sorprendentes: con la reducción en un 61 por ciento del trabajo, no retribuido rutinario, se podría ahorrar una gran cantidad de tiempo para dedicarse a la inestimable labor de atención de los niños y los ancianos.

Redistribuir el trabajo no remunerado, sería el último paso de esta estrategia,  que implica involucrar a los hombres a la par con las mujeres en esas tareas. Dicen que los hombres que se vinculan con sus hijos a una edad temprana viven una relación diferente y mucho más gratificante. Además, cuando los hombres y las mujeres viven a la par de crianza, ambos tienden a hacer presión para obtener condiciones de trabajo flexibles que beneficien a todos.

Nos sigue contando Melinda que no se sabe con certeza lo que harían las mujeres con el tiempo libre que ganarían reduciendo y redistribuyendo el trabajo no remunerado, pero seguramente lo utilizarían para actividades económicas fructíferas o para mejorar su educación.

Según el informe McKinsey, si las mujeres de todo el mundo no se sobrecargaran de la mayor parte de las tareas del hogar, si no estuvieran obligadas a aceptar trabajos a tiempo parcial para arreglárselas lo mejor posible en el cuidado de los hijos y otras responsabilidades importantes, si no fueran relegadas a profesiones poco retribuidas, el PIB global crecería en la cifra impresionante, de 28 billones de dólares, equivalente a la economía estadounidense y china, juntas.

Los cálculos pueden ser engañosos, termina diciendo Melinda. La verdadera igualdad sería que los hombres abandonar las posiciones superiores con respecto a las mujeres.

Ya son muchas las informaciones que nos llegan a través de todos los medios de comunicación del mundo y como vemos cada vez es más difícil esconder lo evidente. Lo importante es darnos cuenta de que la humanidad se mueve y que en ese movimiento vamos todos. Ya no tenemos excusas para no actuar, desde los políticos, a los empresarios, a los inversores, a los ciudadanos en general, hasta nosotras mismas, no podemos quedarnos de brazos cruzados.

En vez de la famosa frase de Escarlata O'hara en la película de "Lo que el viento se llevó", de: "mañana será otro día", tal vez podamos empezar a pensar y a dar los primeros pasos para que verdaderamente ese "mañana" sea el primer día de una nueva humanidad.

martes, 14 de julio de 2015

Billetes con rostro femenino

Por Samuel Padilla

Parece ser que los EEUU unidos tendrán -holdings económicos mediante- una presidenta. Que viendo las opciones masculinas es mejor que nos quedemos con la versión XX. Aunque ya sabemos que dará más o menos igual. 
Pero además de una cara nueva en la casa blanca, para el año 2020, aparecerá una figura femenina en los billetes de 10 dólares. Un rostro femenino después de 119 años, se dice pronto eh!
Según indicó el secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, aún se desconoce quién será la figura histórica que aparezca en los billetes, ya que pretenden someter a la opinión pública quién ocupará el distinguido lugar.
Contra el agravio comparativo de los dólares, en 2014 surgió la organización feminista 'Women on 20's' ("Mujeres en los billetes de veinte"), para poder convencer al presidente de EEUU, Barack Obama, de que "ha llegado la hora de poner la cara de una mujeren el papel moneda" del país.
Se ve que el de 20 era mucho y lo han dejado en el de 10.
La noticia dice que llevará cerca de cinco años el diseño, programación y lanzamiento del nuevo billete, ¡cinco años!... las cosas de palacio... cuando interesa claro.
Bueno y como van a someter a un voto popular qué mujer estará representada en el billete, elaboramos una lista propia de sugerencias, y así de paso, conocemos un poco de historia:

Abigail Adams es una de las primeras defensoras de los derechos de la mujer. En una carta a su esposo John Adams, que más tarde se convertirá en el segundo presidente de Estados Unidos, insta a los legisladores del Congreso Continental a “acordarse de las damas… A no colocar semejante cantidad ilimitada de poder en manos de los esposos”.



La que fuera esclava y escapara Harriet Tubman se convirtió en una líder del ferrocarril clandestino y así ayudó a cientos de esclavos a lograr la libertad en los años previos a la Guerra Civil. Durante la guerra, ejerció de enfermera, espía y exploradora para el ejército de la Unión.




La abolicionista y antigua esclava Sojourner Truth pronunció su famoso discurso ¿Acaso no soy yo una mujer? (Ain’t I a Woman?) en la Convención de Derechos de la Mujer en Ohio. Fue una defensora elocuente de los derechos de los afroestadounidenses y de la mujer.


Ellen Swallow Richards fue la primera mujer en Estados Unidos que ingresa a una escuela superior de ciencia y tecnología (Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT). Se convirtió en la pionera de la ingeniería sanitaria y en fundadora de la economía doméstica en Estados Unidos.


La periodista Nellie Bly fue pionera del periodismo de investigación. Como reportera de New York World, pretendió estar loca y fue ingresada en un asilo de mujeres dementes para sacar a la luz condiciones abusivas. En 1889, dio la vuelta al mundo en 72 días, un récord mundial.

La pionera de la planificación familiar Margaret Sanger abrió la primera clínica de control de la natalidad legal y operada por médicos en Estados Unidos, en la ciudad de Nueva York. En 1965, una sentencia del Tribunal Supremo (Griswold contra Connecticut) legalizó el control de la natalidad para parejas casadas en Estados Unidos.

Bueno como podemos ver, personajes femeninos importes no les falta. Casi todas ellas destacan por aportar algo valioso a la sociedad donde les toco vivir, y ninguna fue Presidenta de los EEUU (actuales representantes en los billetes), es decir, que de seguro que hicieron y aportaron mucho más a nivel humano que ellos.

jueves, 19 de marzo de 2015

WOMEN LIKE MEN, ONLY CHEAPER

Por Lola Bahr

En una noticia encontrada en el periódico Telegraph del Reino Unido nos cuentan que, una nueva legislación obliga a las grandes compañías a publicar lo que pagan a los hombres y lo que pagan a las mujeres.
El año pasado el CMI (Chartered Management Institute) y XpertHR (empresa especialista en salarios) declararon que para que la mujer llegue a cobrar lo que cobra un hombre debería trabajar hasta los 80 años.
Simplificando este dato sería algo así como que por cada libra (pound) que gana un hombre en Gran Bretaña, una mujer recibe 80 peniques. Lo cual significa que está trabajando “de gratis” 57 días del año.
Las razones detrás de esta desproporción de salario son muchas y están bien documentadas. Algunos de los problemas son complejos pero no imposibles de solucionar.
Ha habido varios intentos voluntarios de algunas empresas para acabar con esta diferencia pero han tenido un éxito muy limitado.
La decisión actual del Gobierno por legislar que se publiquen las cifras de los salarios forzará a las empresas a actuar y buscar soluciones ante este problema. Como dice el dicho: “Lo que se mide se puede manejar” –What gets measured gets managed-.
Y lo que se publica se puede manejar aún más.
Esto nos relata Anne Fracke, Jefa Ejecutiva de CMI.
De momento es una propuesta dentro del Reino Unido y hay tres asuntos que son considerados fundamentales para solucionar esta diferencia entre los salarios de los distintos géneros.
1º Información
Hacer un informe de los salarios para entender si una empresa está realmente evitando las diferencias salariales.
Esto se considera beneficioso para todos los empleados, no solo para las mujeres.
2º Empleo
Cuando los hombres son contratados se muestran más confidentes a la hora de negociar sus salarios, lo cual suele dejarles en una posición más alta con respecto a las mujeres.
La selección de empleos debería llevarse a cabo por un comité de selección y hacer más hincapié en la variedad de talentos.
3º Cambio cultural
Las empresas deberían ser más “women-friendly” con las condiciones de trabajo y el entorno laboral. Acuerdos flexibles de trabajo, mayor ayuda para los que cuidan niños o algún familiar necesitado, y ser orientados por los directivos.
La manera de trabajar y la cultura que mantiene una empresa están unidas a la forma en que pagan a sus empleados.
El cambio en la cultura hace que una empresa remunere sin diferencia de género en los salarios.
¿Qué significa esto para la mujer trabajadora? ¿Cómo afecta todo esto?
Aparte de ser mejor pagadas, las empresas tendrán que tomarse en serio el facilitar a la mujer el trabajo y el progreso en sus carreras.
Además, el hecho de tener a disposición la información de lo que pagan facilitará a las mujeres a tener evidencias para poder discutir sus salarios.
De momento, esta legislación afectará a las empresas que tengan más de 250 empleados, pero esto puede ser un comienzo que luego ayude también a las pequeñas empresas.
Este cambio debería beneficiar a todos los empleados, no solo a las mujeres, y también mejoraría a los empresarios.
Aquí les mostramos un resumen de lo que Ann Francke, jefa ejecutiva de CMI, nos cuenta en el artículo.
Adjunto el link de la noticia para que los que estén interesados en saber más detalles de la noticia.

domingo, 25 de enero de 2015

MUJERES Y CONSUMO

Por José María Caravantes y Matilde Líndez







En palabras de Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI): “Las mujeres representan el 70% del gasto de consumo global". http://www.forbes.com.mx/mujeres-la-mejor-inversion/
Ello nos lleva a plantearnos: ¿Hemos pensado alguna vez (las mujeres) que lo que compramos en el mercado puede cambiar el mundo?. Pues así es, porque las mujeres somos el mercado mundial más importante, con un potencial económico superior al de India y China juntas.
Según indican los actuales estudios de mercado, somos las mujeres quienes tomamos el 70% de las decisiones de compra para el consumo familiar. Este dato indica que nuestras opciones de consumo TIENEN EL POTENCIAL para cambiar muchos aspectos del mundo en que vivimos.
Ciertamente hay que reconocer que no es nada fácil salirse del automatismo en que la sociedad de consumo nos ha metido, la sociedad del usar y tirar, esa sociedad que nos lleva en  ocasiones a tratar de llenar nuestra propia frustración saliendo "de compras" para descubrir posteriormente, una vez hecho el gasto, que esa frustración no solo no ha desaparecido en absoluto, sino que el vacío que nos ha generado es aún mayor que el que teníamos anteriormente.
Sin embargo, quizás tomando conciencia de la repercusión que puede tener a nivel global nuestro propio consumo y siendo conscientes del enorme poder transformador que se pone en marcha cuando asumimos NUESTRA PROPIA RESPONSABILIDAD en lo que está ocurriendo, podemos DECIDIR CAMBIAR NUESTRA ACTITUD.
Está en nuestras manos el consumir con valores de austeridad, solidaridad, vivir en lo imprescindible....