Por XAB
En este artículo se nos cuenta la experiencia
de varias mujeres –como Vanessa Fox, experta ex asesora en Google- que han
alcanzado el éxito en su profesión gracias al desarrollo de sus capacidades
para crear entramados, redes, contactos con otras personas –especialmente con hombres-.
En un mundo en el que la mujer intenta hacerse
camino y hacerse oír, este artículo los alerta sobre un hecho: un informe de
2011 de la Universidad de Economía de Toulouse, en Francia, concluyó que uno de los principales factores detrás de
los ingresos inferiores de las mujeres -un 17% menos que los hombres en un
puesto similar-, era el hecho de que no eran tan buenas a la hora de construir
una red de contactos.
Como participantes de la RED de Inspiración
Femenina podemos rescatar la experiencia de otras mujeres a la hora de
plantearnos estrategias para seguir creando trama.
En el artículo todo se enfoca en función de
conseguir el éxito en los negocios en un mundo masculino… Tal vez la búsqueda
del éxito y el triunfo no sea la meta para muchas personas, pero la búsqueda de
relaciones en aras de una humanidad en convivencia sí lo es.
Este artículo puede dar algunas claves.
El problema de la mujer con las relaciones... de trabajo
Jane O'Brien
BBC Washington
Lunes, 18 de noviembre de 2013
Hay una
creencia generalizada de que las mujeres suelen ser mejores que los hombres en
lo que se trata de desarrollar y mantener relaciones.
Pero muchas mujeres parecen incapaces de transferir esas habilidades al
mundo de los negocios, donde la misma actividad se denomina "establecer
redes".
"Parte de la
causa es que las mujeres valoran la autenticidad en las relaciones", dice Deborah Gillis, jefa de
operaciones de Catalyst, una consultora estadounidense especializada en mujeres,
poder y negocios.
"A veces la noción de conocer a
alguien y luego buscarlo para pedir ayuda o consejo o contactos de negocios, se
siente un poco incómoda. Los hombres parecen hacerlo de una manera mucho más
natural".
Los expertos tienen varias explicaciones
para ello, pero están de acuerdo en un punto importante: las redes informales son críticas para el éxito y las mujeres necesitan
aprender cómo aprovecharlas.
"Las mujeres necesitan pensar en
las redes como una aptitud en la esfera laboral", dice Gillis.
"Y de la misma manera en la que
centramos nuestra atención en el desarrollo de otras habilidades que son
importantes para nuestro éxito, deberíamos
dedicar tiempo a fortalecer nuestra confianza y capacidad de establecer redes
con eficacia".
El as bajo la manga
Vanessa Fox es la única mujer en sus juegos de póker |
Pero formar parte de grupos informales
-especialmente aquellos dominados por los hombres- puede ser difícil, como la
asesora y bloguera en tecnología Vanessa
Fox descubrió cuando dejó Google para lanzar su propia empresa en Seattle.
Como una de las pocas mujeres expertas
de la industria en buscadores, tuvo que
superar barreras sociales y profesionales, y eso significó aprender a jugar al
póker.
"Iba a esos juegos de póker y
siempre era la única mujer", dice. "No es que los hombres excluyan a
las mujeres -en realidad me invitaron-, sino que las mujeres no saben sobre
estas actividades o les intimidan.
"Creo que tienen la idea de que los
hombres pueden automáticamente jugar al póker. Pero en realidad los hombres no
saben tampoco y muchas mujeres que conozco son realmente buenas en matemáticas…
más que los hombres".
"Iba a esos juegos de
póker y siempre era la única mujer (...) No es que los hombres excluyen a las
mujeres -en realidad me invitaron-, sino que las mujeres no saben sobre estas
actividades o les intimidan."
Vanessa Fox, empresaria
Pero el juego en sí no es tan importante como las conversaciones que se
desarrollan naturalmente, dice.
"Te dicen lo que hace su empresa y
lo que ellos hacen y vas conociendo a gente. Por mi experiencia, muchos de esos
hombres quieren quedar conmigo luego porque quieren que les aconseje y ahí es
cuando empiezas a construir relaciones fuera de los eventos más formales".
Fox es la primera en señalar que ese
acercamiento no es para todos, pero asegura que no tiene muchas más opciones.
"Tuve que meterme en grupos de
hombres porque era lo que había", afirma. "El mundo de los emprendimientos tecnológicos es principalmente de
hombres y resulta que ellos lo que quieren es jugar al póker".
"No están diciendo activamente que
van a tratar de buscar algo que a las mujeres no les gusta; sólo quieren pasar
un buen rato", explica.
"Una más de la
pandilla"
Jenn Harris asegura que el golf le ha
ayudado mucho en su carrera en los negocios.
El deporte también se
ha convertido en una forma popular de hacer contactos para las mujeres.
"Si puedes hablar de deportes,
participar en una conversación sobre deportes con cierta autoridad en la
materia, seguir un partido y apasionarte, eso te permite ser una más en la
pandilla y te permite entrar en un círculo en el que no podrías estar de otra
manera", afirma Susan Spencer,
exdirectiva del equipo de fútbol americano de las Águilas de Filadelfia.
Según Spencer, el deporte ofrece un tema
de conversación "seguro" para las mujeres en su relación con los
hombres.
""No pienso en el
campo de golf como un territorio de hombres. Creo que es un lugar en el que
aprender de los otros"
Jenn Harris, empresaria
"Si sales a tomar unos tragos, no
quieres hablar de política, puede ser mortal; tampoco vas a tener una
conversación de hombres con un alto contenido sexual porque te lleva a una
situación en la que no quieres estar, ¡por eso tiene que ser de deporte!,
explica.
Jenn Harris ha llevado esa idea un paso más allá al
lanzar el año pasado "High-heel Golfer" ("Golf en
tacones"). Con su compañía, con sede en San Diego (California), viaja por
todo Estados Unidos ofreciendo talleres a mujeres que quieren usar el juego
para desarrollar mejores relaciones profesionales con los hombres.
"No pienso en el campo de golf como
un territorio de hombres. Creo que es un lugar en el que aprender de los
otros", afirma. "Todas las pequeñas cosas que pasan son maneras de
ver quién es realmente esa persona, cómo reacciona después de un golpe, si hace
trampas, si tiene integridad. Eso no se ve tomando unas copas ni en un happy
hour".
Aficionada al golf desde que tenía siete
años, Harris menciona su propia experiencia como muestra del poder del golf.
Cuando trabajaba para una empresa
contratista de defensa, tenía que hacer contactos con los mandos militares y
otros empresarios a los que les gustaba el golf. Se juntó con ellos en el campo
y atribuye sus éxitos posteriores a los contactos que hizo allí.
"En nueve meses conseguí un ascenso
y me incluyeron en todos los proyectos grandes de los dos años siguientes;
después, cuando comenzaron los recortes presupuestarios, los clientes hacían
saber que no me debían despedir, todo por esa relación que se había forjado en
un campo de golf", dice Harris.
"Ser sincero consigo
mismo"
Para Susan Spencer, el deporte ayuda a las mujeres a ser "parte de la pandilla". |
Pero la experta en relaciones laborales Jean Martin asegura que, a no ser que a
las mujeres les guste de verdad jugar al golf, es poco probable que el deporte
les sirva de mucho como herramienta para hacer contactos.
"El elemento
número uno para una relación informal exitosa es que los individuos sean sinceros
consigo mismos. Así que hacer algo en lo que no estás interesado sólo para
estar con gente crea unos cimientos artificiales en la relación", apunta.
Según Martin, quien es responsable de
recursos humanos de CEB, una consultora global cuya sede está en Washington DC,
los estudios han demostrado que una red de contactos efectiva puede incrementar
en un 30% un negocio.
Como resultado, las compañías buscan por
su cuenta modos de incrementar las oportunidades de redes de contactos para las
mujeres que destaquen sus diferentes intereses.
"Más que todos traten de ser lo
mismo, que todos estén juntos en el campo de golf, nuestros datos sugieren que
las compañías que tienen mucha gente con diferentes intereses y perspectivas,
son significativamente privilegiadas", dice.
Sin embargo, otros estudios siguen
mostrando que las mujeres profesionales
necesitan mejorar sus capacidades de hacer contactos.
Un informe de 2011 de la Universidad de
Economía de Toulouse, en Francia, concluyó que uno de los principales factores
detrás de los ingresos inferiores de las mujeres -un 17% menos que los hombres en un puesto similar-, era el hecho de
que no eran tan buenas a la hora de construir una red de contactos.
El estudio encontró que, en general, los
directores hombres tenían muchos más contactos de antiguos conocidos, respecto
a sus pares mujeres, que se enfocaban en unas pocas relaciones.
Mientras trata de construir su propio
negocio, Jenn Harris participa en entre cinco y seis eventos de contactos por
semana, pero dice que es importante no entablar nuevas relaciones si no se
tiene tiempo de darles un seguimiento.
Por su parte, Vanessa Fox dice que trata
de ser selectiva.
"Claro que es trabajo, pero en mi
caso hay algunos eventos que sé que odiaría y simplemente no voy", afirma.
"Intento buscar las cosas que están un poco más balanceadas, que disfruto
haciendo y que encuentro valiosas".
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